Incontables estímulos recorren mis ojos buscando ser capturados.
Observo. Me acomodo. Respiro.
Contengo la emoción, mientras sujeto firmemente la cámara y pienso en el siguiente movimiento.
El tiempo parece detenerse, camina tan lentamente que casi no puede contarse. Observo y espero.
Espero a que la vida hable.
De repente, la magia sucede.
La caricia de la persona amada conecta directamente con tu sonrisa.
Tras el visor, empatizo y a tan sólo unos metros de vosotros, no puedo evitar sonreír.
Aprieto el botón.
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Soy Óscar Guillén, fotógrafo de bodas en España, y me gusta lo que hago.
Podéis estar tranquilos, ese irrepetible instante ha sido capturado.
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Recordar, del latín re-cordis, es volver a pasar por el corazón.
¿Os vais a casar y queréis re-cordarlo?